En cada uno de los centros se han instalado:
🌞 36 módulos fotovoltaicos AXITEC, AXIPower AC-275P (9,9 kWp)
🌞 Baterías solares de litio BYD, B-Box (27,8 kWh) para posibilitar un suministro eléctrico las 24 horas del día y los 365 días del año.
Algo que resultaba impensable antes de poner en marcha estos sistemas de energía solar. «Gracias a los paneles fotovoltaicos, los hospitales pueden funcionar ahora sin sufrir cortes de electricidad, una realidad con la que antes debían convivir y que dificultaba mucho la atención de los pacientes», explica Ignacio Mingo, Coordinador de la Fundación.
La Fundación EKI centra su actividad en el suministro de fuentes de energía eléctrica autónoma (principalmente solar fotovoltaica) a centros educativos, de salud, y de interés social en países en vías de desarrollo. La instalación fotovoltaica más grande ha sido –con una inversión de 22.300 €- la del hospital de la Misión de Likuni, una población cercana a la capital del país, Lilongwe. Este hospital, dirigido por la ONG Hermanas Misioneras de San Francisco de Asís (SFMA) cuenta con 231 camas, cubre una población de referencia de 168.904 personas –la mayoría agricultores y pequeños comerciantes-, y cada año atiende a unos 45.000 pacientes.
Por lo que respecta a la instalación solar de Atupele, ha tenido un coste de 12.000 €. Este hospital está situado en la aldea de Katumbi, desde donde da servicio a otras 29 aldeas con una población total de unos 24.700 habitantes. En 2008, la ONG África Directo construyó este centro, que actualmente está dirigido y gestionado por las Hermanas del Rosario. Se trata de un hospital católico, no gubernamental, y se encuentra bajo el amparo de la CHAM (Christian Health Association of Malawi).
Esta asociación católica tiene una red de hospitales, hospitales rurales y centros de salud distribuidos por todo el país. Proporciona servicios de salud sin distinción de raza, sexo o religión. Coordina y facilita ayuda técnica, y promueve el desarrollo de las comunidades a través de una asistencia sanitaria de calidad. El hecho de pertenecer a la CHAM significa también que los salarios del personal sanitario cualificado los asumen ellos. El hospital de Atupele cuenta con un personal de aproximadamente 70 personas y, con el paso de los años, se ha ido ganando la confianza de las autoridades sanitarias del país, hasta tal punto de conseguir que los servicios de consultas pre-natal y los servicios de maternidad sean gratuitos ya que el gobierno asume los gastos.
En definitiva, gracias a estas dos instalaciones fotovoltaicas que la fundación Eki ha puesto en marcha con material de Krannich Solar, los dos hospitales de Malawi pueden dar ahora un servicio mejor y con un rendimiento mucho más eficaz por parte de su personal sanitario. Además, se han reducido los costes en la factura de la luz y, sobre todo, se ha ganado en tranquilidad, pues lo que antes eran constantes cortes eléctricos por parte del grupo electrógeno, ahora se ha traducido en un respaldo de energía solar más fiable, limpio y económico.