Chint ha lanzado al mercado el primer transformador de potencia sumergido en éster dieléctrico de su clase, que ofrece una alternativa sostenible para su uso en infraestructuras energéticas.
Los transformadores son fundamentales para la transmisión y distribución eficiente de la energía eléctrica. Los transformadores tradicionales utilizan aceite mineral como líquido aislante. Sin embargo, el uso de dicho aceite tiene un impacto medioambiental negativo, ya que deriva de fuentes no renovables, conllevando un peligro potencial de incendio debido a su punto de inflamación relativamente bajo y, en caso de derrame o fuga, supone un riesgo medioambiental contaminando el suelo o el agua.
Este nuevo transformador de potencia de 750 kV sumergido en éster dieléctrico ofrece una alternativa sostenible y está llamado a redefinir los estándares de fiabilidad, seguridad y protección medioambiental en la red.
El dieléctrico de este nuevo transformador de Chint es biodegradable al 99%. El rango de fabricación se extiende hasta los 750 kV. Su alta tensión nominal permite utilizarlo en redes de transmisión eléctrica a gran escala, poniendo las ventajas del éster dieléctrico a disposición de una gama más amplia de aplicaciones.
Algunas de sus aplicaciones
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Sistemas de transmisión de ultra alta tensión para la distribución de energía a larga distancia.
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Integración en la red de fuentes de energía renovables como parques eólicos y solares.
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Subestaciones en zonas sensibles desde el punto de vista medioambiental o centros urbanos densamente poblados.
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Instalaciones industriales que requieren una gran capacidad de potencia y medidas de seguridad mejoradas.
Las características clave que distinguen a este transformador incluyen
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Uso del fluido FR3 de Cargill, un éster renovable a base de aceite vegetal con excelentes propiedades de refrigeración y aislamiento.
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Estructura de bobinado innovadora y optimización del aislamiento principal para mejorar el rendimiento.
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Sistemas de conexión y refrigeración probados, mejorados y verificados para una eficiencia óptima.
Entre las ventajas del aceite de éster destaca una mayor seguridad gracias a un punto de ignición superior a 355°C, lo que lo hace menos inflamable y más seguro, con un menor riesgo de incendio. Este aceite también prolonga la vida útil del aislamiento del transformador mejorando su fiabilidad, lo que se traduce en una mayor calidad de red al evitar cortes e interrupciones.