Los módulos ABC tipo N de Aiko han llegado a Tesalónica (Grecia) para transformar una planta fotovoltaica privada de 100 kW, gestionada por la empresa instaladora y EPC Kiperis T. Dimitrios. Este proyecto representa un avance significativo en la producción eficiente de energía, sostenibilidad y optimización del uso del terreno.

Se trata de un proyecto de repotenciación montado en tierra que ha aprovechado al máximo los módulos A-MAH54Mb (445 Wp) de Aiko, los cuales han reemplazado sistemas obsoletos y han superado todas las expectativas en rendimiento."Tras algunas decepciones con otros fabricantes, buscábamos módulos solares que cumplieran nuestras expectativas de durabilidad, rendimiento y soporte", explica Kiperis Dimitrios. "Aiko apareció como la opción ideal, integrándose perfectamente en nuestro sistema existente y ofreciendo una elevada eficiencia energética y confiabilidad a largo plazo".

La eficiencia en la utilización del terreno es clave en los proyectos solares. La planta de Tesalónica ha demostrado las ventajas tangibles de los módulos de Aiko en este ámbito:

• Mayor potencia instalada: en la misma superficie, los módulos del fabricante chino lograron una potencia de 98,799 kWp, en comparación con los solo 94,62 kWp que ofrecen los  módulos convencionales de 415 Wp, lo que ha supuesto un incremento significativo del 4,4 %.
• Ahorro de espacio: para una potencia equivalente, los módulos de Aiko han reducido en 22 m² el área necesaria, permitiendo instalaciones más compactas y eficientes.

Los resultados de producción energética también han sido impresionantes. Con una generación estimada de 154.000 kWh durante el primer año, se espera que la planta genere un total de 4,5 GWh en 30 años. En comparación con tecnologías similares, estos módulos proporcionan un aumento de más del 7,5 % en generación de energía en la misma superficie, ofreciendo mayor eficiencia y retorno de la inversión.

De hecho, los módulos ABC de alto rendimiento han reducido notablemente el período de recuperación de la inversión, estimado entre 4,5 y 5 años. No solo aportan durabilidad y resistencia frente a las duras condiciones microclimáticas de Tesalónica, sino que también minimizan los requerimientos de mantenimiento, garantizando una producción energética constante.